La Alimentación en la Vuelta al Cole

La Alimentación en la Vuelta al Cole

La vuelta al cole es siempre un buen momento para reflexionar sobre lo que comen los niños en su día a día. El desayuno que hacen en casa, los almuerzos que llevan a la escuela y las meriendas que toman a lo largo de la tarde influyen de forma directa en su energía, concentración y bienestar. No se trata solo de “llenar el estómago”: la calidad de los alimentos determina en gran medida cómo rinden en clase, cómo se sienten y cómo se desarrollan.

El desayuno es una de las comidas más determinantes. Diferentes investigaciones han demostrado que los niños que desayunan de forma equilibrada —con frutas, cereales integrales y proteínas de calidad— muestran un mejor comportamiento en clase, mayor capacidad de concentración y hasta mejores resultados académicos. En cambio, cuando se basa en bollería industrial, cereales azucarados o bebidas procesadas, la energía se dispara rápido… y decae igual de rápido, dificultando la atención y el aprendizaje.

El panorama de las meriendas escolares tampoco invita al optimismo. Un estudio realizado en Cataluña y publicado en Frontiers in Public Health en 2024 analizó los hábitos de niños en edad escolar y concluyó que solo el 22 % de las meriendas cumplía criterios de salud. El resto se basaba principalmente en bocadillos de pan blanco y bollería industrial, con apenas un 14 % de fruta presente. Estas costumbres, aunque muy extendidas, suponen un riesgo real para el crecimiento y el desarrollo saludable de los pequeños, y a medio plazo pueden impactar incluso en su desarrollo cognitivo y emocional.

El problema de fondo es el predominio de los ultraprocesados en la dieta infantil. Su consumo frecuente se ha relacionado con obesidad, diabetes tipo 2 y mayor riesgo cardiovascular, pero también con efectos sobre la salud mental: una revisión reciente advierte que estas dietas podrían alterar el cerebro en desarrollo y aumentar el riesgo de depresión, TDAH o deterioro cognitivo en adolescentes. El azúcar añadido, los edulcorantes y las grasas saturadas se encuentran en la mayoría de estos productos y conviene evitarlos todo lo posible.

Afortunadamente, hay alternativas prácticas y sencillas para mejorar la alimentación en la vuelta al cole. En el desayuno, la bollería se debe sustituir por avena integral, fruta fresca... y Bakery ZeroZero. Para las meriendas, igualmente conviene preparar una solución nutritiva a base de frutas, frutos secos, verduras cortadas o repostería sin azúcar ni edulcorantes añadidos que aporte energía de calidad.

La repostería que sea realmente saludable puede marcar la diferencia. En Bakery ZeroZero elaboramos nuestros productos con más de un 40 % de fruta o verdura, utilizamos harinas integrales y aceite de oliva virgen, y prescindimos totalmente de azúcares añadidos, edulcorantes y grasas saturadas. De esta forma, ofrecemos una alternativa deliciosa y segura que los niños pueden disfrutar tanto en el desayuno como en el recreo o a la salida del cole.

La vuelta a las rutinas escolares es también la oportunidad de reforzar buenos hábitos de alimentación. Cuidar lo que comen los más pequeños no solo favorece su salud física, también mejora su rendimiento académico y su bienestar emocional. Y lo mejor es que hacerlo posible está al alcance de todos si elegimos conscientemente qué ponemos cada día en sus mochilas y en nuestras mesas.

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